¿Qué une a Sarah Hyland, Purina y los refugios para mascotas?
Una historia de valentía, amor y el lazo invisible entre humanos y animales
Septiembre de 2025, Estados Unidos. Cuando escucho hablar del Purple Leash Project, lo primero que pienso es en una pregunta incómoda: ¿cómo puede ser que, en pleno siglo XXI, menos del 20% de los refugios para mujeres maltratadas acepten mascotas? El dato suena frío, pero detrás late una tragedia: quien sufre violencia debe elegir entre salvar su propia vida o no abandonar a ese compañero peludo que ha sido su único consuelo. Y ahí entra en juego Purina, que junto a la actriz Sarah Hyland acaba de lanzar la “Courageous Together Collection”, una línea de productos que convierte cada compra en un gesto de apoyo real: el 100% de lo recaudado se destina a RedRover, organización que financia la adaptación de refugios para que acepten también a los animales.
Lo curioso es que esta no es una campaña más de marketing con famosos sonrientes. Sarah Hyland habla desde la cicatriz, no desde el escaparate. Ella misma fue víctima de maltrato, y cuando cuenta cómo su perro le dio fuerzas para salir adelante, la cosa cambia de tono. Ya no se trata de una celebrity prestando su imagen, sino de una mujer que sabe lo que cuesta levantarse cada mañana con el alma hecha pedazos y, aun así, encontrar motivos para seguir.
Origen: Purina Partners with Sarah Hyland to Support Domestic Abuse Survivors, Pets
Por qué Sarah Hyland convierte el dolor en acción
La actriz explica cómo la valentía también se viste en forma de correa morada
Sarah lo dice sin rodeos: la palabra “coraje” no es solo un eslogan de campaña, sino ese motor silencioso que te empuja a dar un paso cuando parece imposible. Para ella, tener a su perro cerca fue más que compañía: fue su refugio emocional. Y ese detalle, que muchos verían como anecdótico, explica por qué el proyecto le importa tanto.
De hecho, su colaboración con Purina no se limita a poner la cara. Ella misma seleccionó los productos de la colección: desde tote bags hasta sudaderas a juego para humanos y mascotas, collares personalizados o charms diseñados junto a Coastal Caviar, una firma especializada en joyería con propósito. Todos con un guiño al motivo de la correa morada, símbolo de esta iniciativa.
“No es un capricho de moda, es un recordatorio visible de que nadie debería pasar por esto en soledad”, podría resumirse su mensaje.
Lo que revela el vínculo humano-animal en la oscuridad
Cuando un perro se convierte en la única lámpara encendida
Hace tiempo leí que en las guerras, los soldados no hablan tanto de las balas como de lo que extrañaban: la comida casera, la voz de su madre, el perro que los esperaba. Algo parecido pasa en estas historias de violencia doméstica. El maltratador aísla, destroza la autoestima, arranca amistades y familia. ¿Quién queda? Muchas veces, el animal de compañía.
Johnny Zuri: “Un perro no pregunta, no juzga, no abandona. Te mira como si fueras invencible incluso cuando estás roto. Eso, en medio del miedo, pesa más que cualquier terapia cara.”
La paradoja cruel es que precisamente ese lazo se convierte en un obstáculo: si el refugio no admite mascotas, la víctima duda, aguanta más de la cuenta, pone en riesgo su vida. Por eso, iniciativas como esta no son filantropía vacía, sino una forma muy concreta de salvar vidas: adaptar los refugios para que nadie tenga que elegir entre escapar o quedarse con su animal.
La colección que es más que un escaparate
Moda con propósito, joyería con historia y un 100% solidario
El catálogo de la Courageous Together Collection parece diseñado con un pie en la estética y otro en la empatía. No es solo “merchandising”: las sudaderas a juego, los bolsos y los collares tienen algo de amuleto, de declaración pública. Quien los lleva no está simplemente vistiendo ropa; está diciendo: “Yo creo en este lazo humano-animal y en su poder de salvar”.
La colaboración con Coastal Caviar añade otro nivel: joyas personalizadas que funcionan como pequeños talismanes. Según su fundadora, Kelly Bozigian, la idea era unir piezas modernas con el símbolo de la correa morada, creando objetos que no caducan en octubre (mes en que suele recordarse el problema) sino que siguen inspirando mucho después.
Cuando Purina y RedRover cambiaron las reglas del juego
Más de 55 refugios transformados desde 2019
Desde que arrancó el Purple Leash Project en 2019, Purina y RedRover han financiado más de 55 refugios en todo Estados Unidos para que permitan el ingreso de animales. Puede parecer una cifra pequeña, pero cada refugio transformado significa decenas de vidas que pudieron escapar juntas.
“Todo parece bien en la superficie cuando por debajo está podrido”: así lo describía un trabajador social en un informe sobre violencia doméstica. Porque sí, los datos fríos hablan de estadísticas, pero las historias detrás son las de alguien que no hubiera huido sin su perro, su gato o incluso su loro.
La propia CEO de Purina, Nina Leigh Krueger, lo explicó con una franqueza poco habitual en discursos corporativos: “Queremos proteger ese lazo increíble entre sobrevivientes y sus mascotas. Gracias a personas como Sarah, que se atreven a contar su historia, podemos inspirar más apoyo y derribar barreras.”
El valor de contar lo que duele
Cuando la vergüenza se convierte en palabra y la palabra en ayuda
Sarah Hyland recibió hace tiempo el primer Variety Courage Award entregado por Purina. No por ser famosa, sino por atreverse a ponerle voz al tabú. Ella sabe que la vergüenza pesa, que muchos prefieren callar antes que admitir lo vivido. Y justamente ahí, en ese silencio, crece la complicidad del agresor.
Al abrir su experiencia al público, Hyland rompe esa cadena invisible. Y al hacerlo, da permiso a otros para hablar, para pedir ayuda, para entender que no están solos. La colección que curó no es un fin en sí mismo, sino un pretexto para iniciar conversaciones, para recordar que hay un lazo de amor que merece ser protegido.
Más allá de las cifras y las campañas
¿Estamos dispuestos a cambiar la forma en que entendemos los refugios?
Aquí viene la parte incómoda: ¿qué hacemos con todo esto? Está bien aplaudir la campaña, comprar la sudadera morada, compartir la foto en redes. Pero el problema de fondo no desaparece con un gesto puntual. Los refugios siguen siendo insuficientes, los recursos escasos, y la idea de que la mascota “no es prioridad” sigue flotando en muchas instituciones.
Johnny Zuri: “El futuro se mide en pequeños detalles: un refugio que abre sus puertas a un perro es también un refugio que abre sus puertas a la esperanza.”
Si en seis años apenas se han transformado 55 refugios, ¿qué pasará con el resto? ¿Cuántas personas más tendrán que elegir entre salvarse solas o arriesgarse por no abandonar a su compañero?
¿Qué futuro queremos para el lazo humano-animal?
Preguntas que no se resuelven con una colección
La Courageous Together Collection es un paso valioso, sí, pero no debería quedarse en anécdota de temporada. Lo que está en juego es cómo entendemos la protección: no como algo individual, sino como una red donde la persona y su mascota forman un todo inseparable.
Porque, al final, la pregunta no es si compramos o no una tote bag morada. La pregunta es: ¿estamos listos para que ningún refugio obligue a nadie a dejar atrás al único ser que no le falló nunca?